La hipnosis es un estado natural de la mente. Cuando la persona es capaz de alcanzar cierto grado de relajación y concentración entra en estado de hipnosis.
En terapia, la relajación se induce a través de la respiración, de sonidos que incluyen ondas que se adaptan al cerebro y de métodos de relajación progresiva y diferencial; la concentración se consigue, a su vez, a través de visualizaciones, imágenes mentales que se van proyectando cada vez con más detalle.
La hipnosis terapéutica contempla que el paciente esté consciente en todo momento ya que esto facilita el que pueda procesar lo que ocurre. No hay pérdida de consciencia en ningún caso y se recordará todo lo sucedido.
La persona puede saber que se encuentra en estado de hipnosis cuando su mente está totalmente alerta y su cuerpo absolutamente relajado. Es entonces cuando los recuerdos del pasado se tornan accesibles a la conciencia. El baúl de los recuerdos se pone a disposición del contexto terapéutico para poder liberar y comprender los traumas del pasado que aun nos afectan en el presente adoptando diversas formas.
